martes, 9 de febrero de 2016

Cheshire

Lumos


Ayer trabajando la redacción personal con mis niños de 8 años en clase uno de ellos levanto la mano y me dijo "¿Qué significa orgulloso?¿es malo?"

A lo que el profe contestó que depende, que no es lo mismo ser orgullosa que estar orgullosa.

"¿Orgullosa de qué profe?"

Eso Sara, orgullosa ¿de qué?

De pequeña (y no tan pequeña), siempre he odiado las redacciones, sobre todo en inglés o francés donde todos los adjetivos eran dicotómicos, donde o eras alta o eras baja, o delgada o gorda, o guapa o fea; y tú, pobrecilla que no sabías más vocabularios te pasabas un examen personal donde tirabas pa' un lao' o pal otro.

De todas las redacciones que he hecho en mi vida, especialmente en castellano, creo que nunca he usado la palabra orgullosa. No soy orgullosa.

Y lo que es peor, nunca he estado orgullosa.

Nunca me he definido como alguien orgullosa de ser quién es.


Hasta ahora.

Que años después me preguntan qué significa estar orgullosa de sí misma.


Significa estar donde siempre has soñado estar.
significa hacer lo que te gusta y que los días no pasen porque sí.

Significa acostarse por la noche sabiendo que eres lo que quieres ser, con tus impurezas, con tus cosillas que hay que mejorar, con tus contracturas de siempre, con tu poca fuerza de voluntad con la dieta del lunes que dura hasta el miércoles, con tu dolor de pies porque debemos asumir de una vez por todas que los tacones no son para ti.

Significa ir por la gran vía y pensar que no sabes nada de la gente con la que te cruzas, pero que esperas que los demás noten lo feliz que estás.

Una sensación difícil de explicar que espero que todos sintáis.

Esta guay estudiar en lo que te gusta, esta guay tener novio, que te quieran, tener plan para el domingo y todo eso.


Pero mucho más guay es cuando te das cuenta que realmente estás estudiando lo que te gusta, que todo en tu vida está en equilibrio.

Que incluso cuando te cancelan un viaje y te dejan tirada antes de coger el avión, cuando se te rompe el móvil y te quedas incomunicada, en donde Cristo perdió la chancla y no te funciona el e-book.

Que incluso ahí estás viviendo la vida que quieres vivir.


Hace tiempo leí que si trabajas en lo que te gusta entonces no trabajaras ni un solo día.

Que ciertas son a veces las imágenes estás de Twitter y Fb con frases chorras....


Y es que aunque no todo es trabajar, sentir que tienes una vida llena, llena de personas que te quieres (aunque sean menos de las que te gustaría porque por fin aprendiste que a veces querer a alguien no es suficiente para que te quieran a ti de la misma manera), llena de momentos increíbles, de siestas calentitas, de abrazos de gato y abrazos de madre.

Lleno de cosas que llenan.


Y pensar que no estás gorda, estás rellenita de felicidad y eso es lo único que no quiero adelgazar en la vida (y las tetas, por Dios que no me adelgacen las tetas que ya desaparecen)


Porque siempre digo que cuando estoy feliz no escribo, que a mi me inspira la tristeza y las quejas de la buena vida que tenemos y no vemos.


Pero hoy vengo a decir que no es lo mismo ser que estar.

Que no estoy feliz.




Que soy feliz.