sábado, 7 de enero de 2017

Re(s)catada

Dite-moi


Y si hablamos de todas las veces que pudo ser y no fue

De las medias tintas, de los casi pero, no.

De los "y si si...." que se quedaron en un "va a ser que no"

Y si hablamos de las noches que te espere, está claro que en el sitio equivocado.

Si recordamos los besos no robados, ni escuchados, a veces creo que ni deseados.

Qué te parece si hablamos de los amores de biblioteca que tienen fecha de devolución.

De las noches de sexo y alcohol, que siempre acaban con resaca.
(Como odio a esa puta que nos separa siempre al día siguiente...)

Por qué no ponemos las cartas sobre la mesa y me enseñas lo que eres capaz de hacerme encima de ella.

Comentamos el azul de tus ojos o el rojo de mis bragas.

Si quieres hablamos de la distancia, de los pisos de altura entre tu mundo y mi realidad.

De los tacones altos, de tus corbatas baratas y de mis ganas locas de quitártela.

O de las noches de verano, en las que siempre faltan estrellas.


Si quieres hablamos de las medias tintas, las lunas llenas y los "quita que me agobias".


No sé, por qué no quedamos un día, me invitas a dos cervezas y me explicas por qué nunca te atreviste a ser un hombre si no te importaba jugar conmigo como un niño.




No sé, si quieres quedamos un día, me invitas a dos cervezas y te presentas en mi vida.





Esta vez intenta no hacer las cosas tan mal, que por las dudas nunca se da una segunda oportunidad

lunes, 2 de enero de 2017

Están lloviendo estrellas

Empezar por los lugares que nunca quisiste abandonar.


A veces pienso que quien diga que no ha vivido el amor es porque realmente no sabe lo que es el amor.

No todo es tener un novio con el que cumplir meses, con el que darte un beso de película después de la última uva.

A veces hay cosas intensas,
intensas de verdad,
de las que no sacas fotos,
de las que no cuentas a los demás.

A veces el amor está en las palabras,
en los pasillos que has recorrido mil veces,
lejos de todos los demás,
de los que te pueden verdaderamente tocar.

A veces el amor son noches a escondidas,
mañanas de levantarte antes que el sol,
solo para dar las buenas noches al mejor amigo de la luna.

Es coger a alguien de la mano sin que te vean,
mirarse entre la gente y sonreír,
saber que no existe,
y que por eso es maravilloso.

La magia de los números y el azar,
de las palabras y las notas musicales.

Con el tiempo he aprendido que el amor no son cosas materiales,
no son mensajes dándote los buenos días,
ni noches de sexo sin pensar en nada más.

Que está muy bien compartir el frío,
pero es mejor tener a alguien que no te deje estar helada.

Siempre pensé que mi mayor arrepentimiento fue no tener un amor de esos locos a los quince.

Y lo último que me enseñó el 2016 fue que si que lo tuve, solo que no lo había visto.


Y eso es lo grandioso de todo esto,
que hay cosas que no se ven,
que hay personas que no te tocan,
pero que hay amores mejores que las películas.

Solo, si aprendes a verlos desde otra óptica.

Y ahora si me disculpáis,
voy a volver a enamorarme,
a volver a los pasillos,
a volver a mi pasado.


Prometo volver




Que aún me quedan otros amores por vivir.