Ven, tú solo ven.
Te voy a follar la mente
como si nunca más fuera a rozarte la piel.
Te voy a dejar caer
como si no supiera de qué son tus heridas.
Voy a correr hasta gritar ¡basta!
por todas las veces que te esperé sentada.
Voy a seguir dejándote cartas
en los sitios que sé que jamás las encontrarás.
A mirar con cara de loca
a esos incautos que apuestan por un "nosotros".
Voy a seguir colgándome cosas al cuello
esperando que alguna de ellas sean tus brazos.
Y te voy a seguir echando de menos
una vez por cada día que tú me echaste de más.
Y es que voy a seguir cambiando la letra,
las palabras, las sábanas y a quienes habitan en ellas.
Pero ten claro que donde todo permanece,
donde apenas dejo que entre la luz,
Ahí, ahí es exactamente donde estás tú.
Jugando a ser invencible