miércoles, 25 de diciembre de 2013

Ahogando notas

Desaparece y no olvides cerrar al salir...

Siempre  he pensado que dedicarle una canción a alguien son palabras mayores.
Es vincular una persona a una música, hacer que una serie de notas te transporten de una manera mágica a unos recuerdos compartidos.

Y eso es muy bonito, es una manera de afianzar algo.

No es como cuando una canción te recuerda a alguien, una canción te puede recordar a una persona porque sonaba de fondo cuando ocurrió algo, porque la escuchásteis juntos o simplemente porque algo en la letra te hace pensar en ese alguien.

Pero dedicar una canción, regalar una letra, una música, un sentimiento es algo perdurará, que quedará grabado.

Y miles de personas se dedican canciones, se las regalan a cada momento sin ser conscientes de lo que están haciendo.


Porque puede que con el tiempo borres a esa persona de tu vida




Pero nunca, hagas lo que hagas, conseguirás borrar a esa persona de la canción. Siempre que la escuches, por más que lo intentes te recordará a ella.

martes, 17 de diciembre de 2013

Porque nunca es suficiente

Porque siempre hay que dar más...


La impotencia de darlo todo, de esforzarte al máximo y quedarte a las puertas de lograr lo que te propones es un sentimiento que no le deseo a nadie.

Es como si algo en lo más profundo de ti se hiciera pequeñito, se congelara y luego se rompiera en mil pedazos.

Quizá la culpa fue mía de nuevo, volví a aspirar demasiado alto, a soñar cosas inalcanzables y a ponerme metas imposibles.

Quizá es que vivo con las expectativas demasiado altas
                                                               o a lo mejor es que nunca estoy conforme y siempre me exijo más.

Pero es que no puedo ser de otra manera.

De verdad que envidio a esas personas, inconformistas de la vida que se conforma con lo mínimo, con pasar, con sobrevivir y nada más.

Esa felicidad absurda que te da el tener lo básico y nada más.

Y aspirar más alto significa caídas más altas, decepciones más dolorosas y tristezas más profundas.

El dolor de proponerte algo y no conseguirlo, de que pase tu vida y cada cosa que te planteas queda atrás, presa de lo que pudiste hacer y no hiciste, de lo que pudiste conseguir y te quedaste a nada de alcanzar.

Y sé, y esto, queridos amigos es tal vez lo que más daño me hace, que mañana buscaré otra meta tan inalcanzable y o más que está que no he conseguido, sé que seguiré como una cabezona proponiéndome cada noche mejorar, intentando sacar más y más de mi, y quizá ese sea el principal problema de mi vida.

Que me paso el tiempo deseando llegar más lejos



En lugar de disfrutar lo que tengo

jueves, 12 de diciembre de 2013

No valen nada

Deja que ponga tu vida patas arriba


Hace un rato me dijeron que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia....y aquí ando, acostada en la cama como cada  noche buscando en el techo de mi habitación y el cobijo de las mantas las respuestas que a plena luz del día no soy capaz de encontrar.

Planteándome qué viene ahora, cuál es la siguiente parada o a dónde me llevarán mis decisiones.

Y es cierto que las pequeñas cosas nos cambian, como le cambia la vida a un padre la risa de su hijo, o una cifra, en un estúpido papel a la que teme a los números.

Y sólo sé que pasan los días en esta absurda contrarreloj por conseguir mi felicidad, y no sé en qué momento me volví a subir a la montaña rusa de los cambios de humor, de los dolores agonizantes de cuello y de los apuntes por todos lados.

Pero tengo claro que es lo que es lo que quiero y solo ando buscando mi pequeño detalle que me cambie, que por fin haga conseguir lo que llevo demasiado tiempo aplazando.


Porque hace falta mucha fuerza para cambiar el mundo


Pero solo un gesto para cambiar un corazón

martes, 10 de diciembre de 2013

Tanta ñoñería acabará matándome

Arañar las cuerdas de la guitarra imaginando que es tu espalda.


He aprendido que es cierto que eres capaz de cualquier cosa si tienes la motivación suficiente.

Supongo que tu eras la motivación que me faltaba.

Las ganas de intentarlo de nuevo.

Y supongo que es momento de dejar de engañarme a mi misma pensando que esto no es nada diferente, que esto no tiene nada particular.
                                                          Porque sería una absurda y total mentira.

Porque hoy he vuelto a dormirme pensando en todo lo que me gustaría hacer contigo, en todos los besos que solo imagino yo,  y que espero que ni sospeches.

Porque estoy ñoña a más no poder, pasándome las tardes viendo fotos de parejitas, pensando en cosas vomitivas y frases que matarían a un diabético.


Porque haces que se me dilaten las pupilas y hasta consigues que me quede sin palabras.





Y ante el silencio, lo único que consigues es que aumenten más mis ganas de besarte. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Tu sonrisa a dos centímetros de mi como regalo de Reyes

Siempre fuiste mi estrella fugaz.

Mil veces he hablado de las metas que nos proponemos, de lo que queremos pero, ¿qué hay de los sueños imposibles?
Esos anhelos inalcanzables que dejamos en un segundo plano, asumiendo que nunca los conseguiremos.

Todos tenemos sueños imposibles, debajo de todos esos deseos inmediatos, debajo de ese ''si me dieran un deseo pediría ser millonario, o sacar un 10 en el examen del viernes, o que el que me gusta me corresponda''

Debajo de todo eso están nuestros sueños desde críos.
                                                                           Yo también los tengo.

Tu también los tienes, pero a veces debes volver a atrás, encontrarte con tu niño del ayer y fijándote en su más sincera sonrisa saber qué es lo que quieres.

Hay cosas que siempre he querido: amor, seguridad, éxito, dinero....

Todo eso está muy bien, pero hasta la persona más feliz tiene metas imposibles, metas cuya única finalidad es que merezca la pena seguir viviendo Tener algo que conseguir, un objetivo, algo que nos recuerde que aún nos queda mucho que vivir, mucho que lograr y muchos fracasos que superar.

 Y ahora que se acerca la Navidad parece que es tiempo de sueños, de ilusión, de bombillitas de colores y volver a ser todos un poco más niños.

No sé que me depararán mis navidades, no sé si las pasaré amargada sola en mi casa vegetando en la cama o besando los labios que me quitan las ganas de dormir.

Sólo sé que tras unas malas semanas, aunque las cosas no cambian, incluso tu mismo te cansas de estar mal, de apartarte de los demás y revolcarte en tu propia estupidez.

Nunca estamos solos si se tienen sueños que tiren de ti en los malos momentos.

Y mi vida está patas arriba, sin tiempo, presa de lo que quiero y no tengo y la frustración de ver pasar mi vida sin poder arreglarla.

Quizá sea tiempo de que yo también me tome un descanso, hasta la próxima Sarriucrisis existencial en la que agarre un bate y destroce todo lo que me rodea, para luego pasar las horas pegando los trocitos que han quedado. Por ello pido una tregua a la mala suerte, a las malas rachas, a las noticias malas, a los ''todo me sale mal''

Y voy a montar mi árbol de navidad sobre los pedazos destruidos de mi vida, voy a encender bombillas que iluminen las más oscuras esquinas, voy a taparme con la manta de los abrazos de la gente que me rodea y me voy a dar el lujo de ser de nuevo una niña ilusa que se creía capaz de conseguir hasta los sueños más inalcanzables, ignorante de la ferocidad de la vida.

Me voy a regalar unos días de tranquilidad y sonrisas.




Pero no se lo digáis al gordo de los regalos, que éstas, solo son mis navidades particulares.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Ni títulos bonitos, ni nada



Estoy cansada de que mi jodida felicidad esté impresa en unos putos billetes.

Tener que depende de un dinero que no tengo, tener que ver a la gente destrozada, tener que ver como a mi familia le duele negarme las cosas.

¿Y MI ILUSIÓN QUÉ? ¿EH?

Dime tú, ¿dónde narices queda todo eso?

A dónde han ido a parar esos días en los que lo único que me importaba era que no se me pasara la hora de ver mi programa favorito, donde mi única preocupación era guardar la partida antes de apagar la game boy y donde la felicidad se medía en sonrisas y no números precedentes al símbolo del euro.

Que ya estoy cansada, que no puedo más, que la frustración, la incapacidad para hacer nada y la resignación me comen por dentro.

Que esto es demasiado.

Que una persona nunca debería ver sufrir a los que le importan.

Que me destrozas por dentro si me borras, que esto no puede terminar así.

No me lo merezco.

Y la semana pasada fue una puta mierda, y este fin de semana el peor en mucho tiempo para tener un nefasto lunes que dudo que olvide.

Porque ya se dice por ahí  ''que las malas noticias nunca vienen solas''
                                                                          Y yo no sé cuanto más podré aguantar.

Que esto es demasiado, es cruzar la línea.

Y yo solo quiero que le jodan al mundo, que se acabe esta sociedad consumista, que volvamos a ser personas y no maquinas con la necesidad de comprar, carcasas vacías y banales que miden la importancia en monedas y la felicidad en cosas materiales.

Me da asco esta sociedad, esta vida y reniego de ella.

Quien me quiera que me busque.


Que yo ya he tirado la toalla con esto

Son sonrisas de idiota

Acordes equivocados.

Muchas veces he escuchado o leído eso de que cuando te enamoras el mundo se detiene, que si las mariposas en el estómago, que si noches en vela….


Yo sigo durmiendo como un bebé.



Pero algo ha cambiado.