Ayer conocí al chico del que me enamoré cuando tenía unos 12 años,
obviamente no era exactamente él, pero encontré al chico que en su momento busqué.
Mismos gustos, mismo pelo, misma sonrisa y color de ojos.
Quizá por eso cuando lo vi, una parte de mi pensaba "que le sonaba de algo"
¡Claro, tantas noches en mis sueños, como para olvidarte!
Y si bien es verdad que tu eras el chico de mi sueños,
yo ya no era la chica que te buscaba en cada esquina.
Y por eso, es curiosa la vida.
Que al final es cierto que nos muestra lo que buscamos,
que nos concede nuestros deseos, lo que pasa es que,
tan caprichosa ella siempre, lo hace cuando lo cree conveniente.
Y como ayer conocí al chico misterioso hoy he tenido reencuentro con mi yo de entonces.
No estábamos solas, porque nunca lo hemos estado en verdad,
hay amigas que estuvieron y permanecen.
Hay personas que por suerte, la vida te presenta a tiempo, para que cuando llegue el momento, te lancen ese salvavidas que te hará falta.
Y ayer, ante el fuego de la hoguera (esa que también estuvo en mis sueños alguna vez), me he dado cuenta de cómo cambiamos, de que hasta el corazón evoluciona.
He podido volver a constatar que es cierto que he dejado un pedacito de mi en cada libro que he leído, y que a veces tienes que hacer muchos kilómetros de bus para encontrarte con las personas.
Pero que si está en tu camino que las encuentres, lo harás, aunque sea 8 o 9 años tarde.
Así que supongo que esta entrada va para ti,
para el chico misterioso que ya tiene nombre (curiosamente uno de los que alguna vez yo imaginé).
Esta entrada es para ti, que nunca sabrás que antes de que tu supieras prácticamente leer libros, yo ya te imaginaba en cada historia de amor/aventuras que leía.
También es para mi antiguo yo.
Últimamente parece que tengo 13 años a todas horas,
parece que el instituto vuelve a ser este pasillo y a veces hasta me veo imaginando que vienen a recogerme a la puerta.
Hemos vivido mucho desde entonces,
hemos aprendido muchas cosas, y aunque a costa de algunos raspones en las rodillas, también hemos tomado buenas decisiones.
Si te soy franca, no sé que vendrá ahora, supongo que me han trastocado las reglas del juego.
Tampoco sé si mañana me encontraré al misterioso de los 17 (que es el mismo que el de los 12 pero más mayor y con el pelo más corto)
Ni siquiera sé si volveré a poner cara a mis sueños,
yo también quiero ponérselo difícil a la vida.
Solo sé que es curioso, que por muchos años que tengas, al final siempre buscas lo mismo,
que por muchos exámenes que haga, tardes entre apuntes y siestas que no acaban, volvemos a encontrarnos.
Y creo que eso es importante.
No olvidar nunca, la adolescente enamorada que todos tenemos dentro