viernes, 27 de abril de 2012

Lo importante no es llegar, sino ir.

La vida es como un camino.


Todos hemos oído alguna vez esta metáfora, esta manera tan sencilla de explicar algo tan complicado: tu vida.
La vida es como un camino,pero en contra de lo que dicen yo creo que es un camino que debes recorrer solo.
Hay momentos en los amigos, familiares y otras personas te acompañaran, caminaran contigo, te harán más ameno el tiempo y luego desaparecerán.
Estás solo cuando caminas al borde del precipicio, te apoyas en tus manos para coger fuerza y seguir subiendo esa empinada cuesta y son tus pies los que te frenan cuando corres colina abajo; solo tú puedes elegir qué camino tomar.
Hay momentos en los que te ves rodeada de sonrisas, en los que el camino, tu camino, pierde sentido y tú solo estás pendiente de las personas que te acompañan; pero hay otros momentos en los que desearías que ni tu sombra, esa que no se separa de ti nunca  te persiguiera.
A veces volvemos la vista atrás, vemos las opciones que no elegimos, las decisiones que tomamos y nos preguntamos qué habría al otro lado, qué hubiera sido de ti si hubieras elegido el otro camino. Hay algunos caminos que conducen al mismo sitio, de diferente manera, decisiones que no afectan pero otras...otras acaban pesando demasiado, pero en este camino que es tu vida nunca puedes volver hacia atrás; no está la opción de retroceder, solo puedes ir adelante. Tampoco te debes parar, si te paras todos esos miedos, inseguridades y  malos recuerdos de los que huías te alcanzarán , y no olvides que en este lugar tu caminas solo y si esas oscuras sombras te atrapan, si esas garras te alcanzan no podrás salir sin ayuda; y puede que esa ayuda no llegue. Pero este camino es peculiar, no sabes cómo de largo es, ni dónde termina, ni siquiera sabes qué habrá al doblar la esquina o si vas por el lugar adecuado..
Hay días que caminas en círculos, momentos de tu vida en los que no avanzas, porque no hay nada marcado que te diga qué hacer, y das vueltas hasta que te cansas y cambias de dirección, puede que de forma demasiado drástica.
Hay una frase que me marcó hace años: caminante no hay camino,se hace camino al andar....Creo que ese es el único poema que conozco de memoria, nunca he sido muy de poemas y rimas, yo soy de prosa en papel; pero es muy cierta y quizá ese sea el encanto del camino, que no lo conoces, que es una aventura que puede que acabe de repente o que no haya hecho más que comenzar. No sabes nada, quiénes te acompañarán, ni hacia dónde vas y sobre todo qué hay al final; no perseguimos una meta, un destino, simplemente vivimos el camino.


Y cuando llegues al final, cuando entiendas que para ti no hay nada más, entonces vuelve la vista, mira todo lo que recorriste, sonríe a tus triunfos y valora tus errores. Sonríe y  sola da ese último paso.


jueves, 26 de abril de 2012

Tan sencillo como dejarlo atrás.

A veces yo misma me sorprendo de la capacidad que tengo para olvidar. Mi cabeza es como un gran submarino, que cuando ve que se acerca el dolor o que algo no merece la pena lo aísla, lo guarda en una caja y la pone al fondo, donde no puedas tropezarte con ella.
Luego, días, meses, años después, una tarde aburrida me paseo y abro esas cajas que tiempo atrás llené de personas, de sonrisas, de recuerdos y de medias verdades.
''Para siempres'' que solo duraron meses, mejores amigas que solo dejaron recuerdos y fotos viejas, amores que pensaste, inocente, que nunca olvidarías...
A veces me miro y me pregunto cómo puedo ser capaz de hacer eso, de enterrar mi pasado de manera que no afecte a mi presente; me gusta pensar que es un mecanismo de defensa, igual que el erizo tiene sus espinas yo olvido...pero siempre aprendiendo, intentando no cometer los mismo errores, o repitiéndolos cuando es necesario.
Pero no todos son malos recuerdos o momentos que merecen caer en el olvido, hay veces que una vieja canción en el supermercado,  una palabra, un olor o un lugar te recuerda a algo que te saca una sonrisa, pero no una de esas sonrisas falsas de fotografía del tuenti, una de verdad, de las que te hacen brillar los ojos y revives ese momento, entras a ese cuarto del submarino que habías dejado sellado y te preguntas qué paso, qué os paso, qué cambió, por qué te alejaste de algunas personas que te hacían felices, porque dejaste de jugar al pokémon, por qué dejaste de dibujar o por qué cambiaron muchas cosas....
Supongo que con el tiempo, cuando te haces ''mayor'' tu cabeza necesita espacio y al igual que guardas la ropa de invierno cuando los primeros rayos de primavera se acercan guardas tu pasado, llenas cajas, estanterías, cuartos enteros con sentimientos olvidados. Esperando que una tarde cualquiera vuelvas a por ellos.



Pero hoy no toca recordar, hoy es momento de coger una caja vacía y hacer sitio al futuro.


martes, 24 de abril de 2012

Escribe esperanza en un papel.

El lado bueno de las cosas siempre está ahí, es solo que a veces lo malo no nos deja ver más allá de nuestras narices.

Me gusta pensar que aún queda una esperanza; plantarme frente al espejo y creer que volveré pronto a sonreír a mi reflejo, creer que las cosas irán a mejor, ya que difícilmente pueden ir a peor.
Son días duros, en pleno huracán que arrasa todo, quizás no esté afrontando esto como debería, tal vez todo sería más fácil si cambiara mi forma de verlo, puede que debiera ver el  mundo desde el lado positivo, ese del que tanto le hablo a mis amigos y el que les aseguro que siempre está ahí, incluso cuando no lo vemos.Pero todos sabemos que es más sencillo ayudar a los demás que ayudarte a ti mismo, aplicarte el cuento arreglaría muchas cosas, pero es más complicado de lo que parece. Y mañana será otro día y sé, aseguro, afirmo que será mejor que hoy.


Prometo intentar sonreír.
Prometo volver a levantarme; solo necesito tiempo y unas manos en las que apoyarme.

viernes, 20 de abril de 2012

A vece lo más seguro no es lo mejor.

Vas por una carretera, sabes que el final es un callejón sin salida pero no frenas. Aceleras.
Tienes dos opciones: parar, dar la vuelta y volver a la carretera normal, con sus demás coches o esa otra opción que tanto te gusta: seguir, seguir incluso sabiendo que te chocas con la pared.
Vas demasiado rápido, el choque será duro, no mortal, pero si difícil.
No sabes qué hacer, el tiempo pasa, la pared cada vez más cerca y tú no levantas el pie del acelerador.
Hay veces en las que merece chocarse contra la pared solo por recorrer el camino.
Y quizás, puede que esta sea una de esas veces.

jueves, 19 de abril de 2012

Ideas en una servilleta

Quería un cuento de hadas, se tuvo que conformar con una historia en soledad...


Allí estaba ella, las tardes se hacían eternas cuando no estás donde te gustaría y mucho menos con quien desearías.
Rodeada de espejos enfrentada a su mayor demonio: ella misma.
Tener 17 años y no soportarte es como odiar a alguien que no te suelta nunca, que jamás se separa de ti...
Sola, rodead de si misma  y en ropa interior, el espejo le devolvía una imagen de si misma peor de la habitual: la piel seca, los labios cortados y la mirada cansada. En sus manos, últimamente más magulladas de lo habitual sostenía el móvil; más de 50 contactos y nadie a quien llamar, porque ¿de qué serviría llamar a alguna amiga? De esas guapísimas que con la talla 34 te dicen que están más gordas....Simplemente no le apetecía hablar con nadie o bueno si, pero esa era justo la única persona a la que no podría llamar y aún así, sabiendo que no pasará miraba ansiosa la pantalla del teléfono esperando que se iluminara con una llamada que no llegaría nunca. Lo necesitaba. Unas palabras que la salvaran de si misma; pero tras unos minutos de calor, agobio, mareo, grasa y malas caras miraras donde miraras tocaron a la puerta, era el momento de volver a la realidad, de fingir una sonrisa en sus labios cortados por el viento, era el momento de levantarse y seguir viviendo.
Nadie dijo me dijo que crecer fuera fácil,
tampoco yo dije que me fuera a rendir tan fácilmente.




martes, 17 de abril de 2012

Llueve sobre mojado.

Te sientes tonta, como si no hicieras otra cosa que dar vueltas y repetir lo mismo, tropezar con la misma piedra, solo que cada vez te duelen más las manos de tanto caer.
Te ves rodeada de gente estúpida, que van de amigos y nada, que te sacan de quicio, que hablan sin saber, que intentan ayudar cuando en el fondo no les importas una mierda y te cansas....Porque todo cansa, hasta dar vueltas en círculos, no avanzas, nada nuevo, mismas situaciones, mismos cócteles de sentimientos aún sin definir e intentas ser razonable y sonreír pero no puedes. Y no puedes pero aún así tiras con tu vida y con la de los que si que se merecen la pena, gente que de verdad te saca sonrisas, pero la soledad pesa y demasiado; te espera en cada esquina al pasear sola por la calle, en cada pasillo de clase, en cada palabra tecleada de forma distraída en el ordenador y de vez en cuando entra, te atraviesa y te deja ese sabor de boca que no sabes explicar, esas ganas tontas de rendirte y apagas, te enfadas, gritas o lloras, aunque yo no soy muy de llorar, soy más de soltar tajos a todos. Voy de dura y nada, todo fachada, en el fondo soy tan falsa como la gente de la que tanto me quejo, pero oye, yo no dije que no fuera así.
Pero nadie dijo que esto fuera fácil, es lo que toca guapa y mañana será otro día, aunque esta noche solo me apetezca rodearme de mi conocida soledad...Y puede que solo por esta noche lo deje entrar, al miedo, a las ganas tontas de llorar, a la adolescencia bipolar en estado puro y puede que hasta llore, pero mira más limpia me levantaré mañana, así que apagaré, lo dejaré todo tirado y pensaré, mañana en clase soñaré despierta, pensaré y le daré vueltas sin tomar ninguna decisión y así volveré a comenzar mi circulo, hasta la próxima noche que la soledad se cuele por mi ventana y se instaure al lado de mi corazón absurdo, protegido por mis costillas.

Y de nuevo todo se repite, llueve sobre mojado.

sábado, 7 de abril de 2012

Lo haces sin querer.

Llegas, siembras y te vas, dejando crecer lo que sembraste solo, sin ayuda, sin poner de tu parte.
Empujas al pasar, sin pararte a mirar a lo que arrasas por el camino; destruyes y cuando todo está acabado, cuando no queda nada en pie te giras y ves lo que has dejado a tu paso.
Te quedas mirando lo que destruiste y por un momento sientes haberlo estropeado; y quizá sea eso: la culpa, el remordimiento o que simplemente te aburres que lo vuelves a plantar, vuelves tras tus pasos y poco a poco arreglas lo que tu mismo habías echado a perder minutos antes.
Y yo desde lejos lo veo, miro como tiras abajo los muros de algo que tu mismo construiste para luego volver y poner de nuevo cada piedra en su lugar. Siento que no me ves, me siento pequeña, diminuta al lado del caos y la destrucción, y  me pregunto qué pasa por tu cabeza, que es lo que hace que siempre desaparezcas, destruyas y vuelva a sembrar.
Por un momento intento ser yo con mi débiles brazos la que intente de alguna manera arreglarlo, salir adelante, pero, ¿qué soy yo comparada con tu fuerza para hacer que todo esté bien?
Y sé que no cambiará y también sé que desde mi escondite, callada, esperaré a que vuelvas.


Porque sé que volverás.

viernes, 6 de abril de 2012

Bipolar.

Las cosas ya no son como antes. 
Me pregunto si tú también te has dado cuenta, si echas de menos esos tiempos. Dudo que lo recuerdes, incluso dudo que fuera todo como lo pintaste. Pero las cosas han terminado, ya no hay risas, ni noches hasta las tantas, ya no queda nada.
Las vacaciones acaban y la Sara de siempre amenaza con salir, aunque las cosas ya  no son como antes.
Puede que al final esto me vaya a venir bien...que hayan sido unas vacaciones de cambios, como yo quería.
Sé que no todo es malo, que han sido magníficas, gente increíble, noches, tardes y mañana de risas, muchos sueños y películas pero hay cosas que no se pueden olvidar.
Porque yo no lo olvido.
y tú ¿lo olvidaste ya?


martes, 3 de abril de 2012

Nunca preguntan.

Nadie me preguntó si esto era lo que yo quería, si era lo que yo me imaginaba.
Si yo quería esto. La gente decide por ti, opinan lo que es mejor, no preguntan.
Nunca preguntan.
Y te haces tu mundo en base a lo que te dan, y construyes tu fuerte, con una solida muralla que te aleja de todo lo que duele, pero a veces, hasta la más fuerte de las murallas se derrumba...
Una palabra, una mirada, una risa cómplice, una canción es más que suficiente para tirar abajo todo, y dejarte desnuda, sin protección frente a eso de lo que tanto te protegieron.
Porque nadie pregunta, todos responden por ti y cuando llega tu momento, te enfrentas sola, con solo la ayuda de tus recuerdos, aunque no siempre es suficiente....
Ahora veo como la muralla se destruye frente a mis ojos y reviso mi pasado en busca de ayuda, de algo que me pueda decir qué hacer. Pero mi historia, mi historia aún está por escribir y con todos los errores por cometer.


Nadie dijo que la vida fuera fácil, solo que merecía la pena vivirla.

lunes, 2 de abril de 2012

Recuerdos enlatados

De hace un tiempo....

Siempre quise escribir un diario, me encanta la idea de dejar mi vida plasmada en un papel, aunque me daba pereza sentarme a escribir.
De pequeña escribía uno, con el fin de que mi yo del futuro, mi yo de ahora no cometiera los mismo errores y pudiera revivir el pasado siempre que quisiera.
Si ahora escribiera un diario sería todo perfecto. Serían todas las hojas de color rosa, pero las cosas cambian y rápido.
Hace dos semanas yo no era la misma, si escribiera un diario y lo leyeras, ni siquiera pensarías que fue escrito por la misma mano.
En estas dos semanas cambié; tomé decisiones y asumí consecuencias. En dos semanas todo cambió, allí y aquí. Fueron dos semanas de risas, tristeza y abrazos desconocidos. También fueros días de reencuentros y despedidas.
Fueron dos semanas de soledad y buena compañía. Pero esas dos semanas pasaron y yo cambié, y ningún diario a plasmado mi cambio, de forma que este se ha quedado en el aire, desapercibido para los ojos que no me conocen y esperando caer en el olvido, como todas esas hojas llenas de recuerdos que no están plasmadas en un diario.



Es como un tono anaranjado...


De hace unos días....

Me encanta este momento del día.
Es el momento exacto en el que el Sol está en ese punto en el que lo tinta todo de un tono anaranjado.
Cuando el sol está en este punto no me gusta estar encerrada en casa. Por mi ventana no se ve el Sol.
¿Alguna vez te he contado que mi habitación da a un patio interior? Pues desde mi ventana no se ve nada. Yo creo que eso es lo que más echo de menos de mi casa vieja, ver la gente pasar, el Sol cálido por la ventana, los rayos de Luna llena que iluminaban todo sin necesidad de lámparas. Y el tono anaranjado del Sol a esta hora de la tarde.
Hoy....hoy he tenido ganas de huir, nunca me había pasado algo así. Me ha costado no levantarme, salir, andar y parar cuando quizás sea demasiado tarde para volver a casa.
Pero no he huido,me he quedado callada, he terminado y me he subido al coche con mi madre.
El Sol estaba en ese punto que lo ilumina todo con un tono naranja.
Mi madre odia conducir en ese momento, dice que no va segura, que no ve nada por el Sol.
[..]
Me he bajado del coche, el sol ya no ilumina todo con su tono naranja, pero yo sigo teniendo ganas de huir y ningún sitio a donde ir.