lunes, 12 de febrero de 2018

Llámalo chispa, o ponle incendio.

Que te besen con tantas ganas como miedo.


Que cada beso sea como la primera vez.
Que no se acabe el brillo en los ojos,
que no se ralentice la respiración.

Que no entremos en la soberbia de los que se dan las buenas noches
otro día más.

Consigamos que los adultos sean de nuevo niños,
con miedos, con inseguridades,
dispuestos a llorar
también de alegría.

No te acostumbres,
no te adaptes.

No dejes de valorar.

Mantén la incertidumbre,
el qué pensará.

Tiembla cuando no sepas qué decir,
sonrójate como las primeras veces.

Que la vida es demasiado corta,
y te vas a cruzar con muchas personas
como para el amor se vuelva solo


otra tarea más.


No hay comentarios:

Publicar un comentario